¿Que pasaría si cambiamos los mensajes y las imagenes?

Desde niñas aprendemos que debemos gastar gran cantidad de tiempo, energía y dinero tratando de conseguir el cuerpo, la cara y el pelo ideal. Y si fracasamos, nos sentimos culpables. Fracasar es inevitable porque ese ideal esta basado en la perfección absoluta.
Cuando escondemos nuestra cara, nuestro cuerpo, escondemos nuestra alma. Por ejemplo, la cara es en donde empieza cada discurso. La cara lleva un mensaje y la sociedad de consumo nos incita a camuflarla, esconderla y hasta modificarla con cirugías, inyecciones, cremas... Es en la cara en donde se concentran todas nuestras expresiones. Cada rostro es individual, asimétrico, compuesto y contrario a lo típico. ¿Qué pasó con las caras de las mujeres? Los anunciantes te llevan a creer que por más personalidad que tengas, nunca será lo más importante. ¿O acaso algún publicista te incita a disfrutar de tu cuerpo?
¿Qué pasaría si en vez de decirnos que ¨tener la piel más firme está en vos¨ nos dijeran ¨No le tengas miedo a tu cuerpo, no te preocupes de lo que piensen los demás porque tu cuerpo es tu único instrumento, es con lo único que vas a contar a lo largo de la vida¨

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