miércoles, 11 de abril de 2012

Publicidades a cualquier precio

En un país en donde la ¨comida¨ fast-food es la causante de miles de casos de hiper obesidad ¿es correcto que artistas y personajes públicos sean las caras de las campañas? Mostrar en sus publicidades gráficas personajes que tienen un cuerpo trabajado y operado consumiendo comida chatarra es parte las mentiras que los medios se ensañan en mostrarnos como parte de nuestra vida cotidiana.., Repudiable

martes, 20 de marzo de 2012

Mi cuerpo ¿es mío?

Miradas, susurros, gestos, palabras, frases al pasar… Una mujer camina por una calle, trata de hacer oídos sordos, baja la cabeza para evitar las miradas sobre su cuerpo, calla para evitar un enfrentamiento. Hombres que creen tener el derecho de poder opinar sobre lo que lleva puesto, sus curvas o su cara… mujeres que miran, compiten, que sacan una radiografía de lo que lleva puesto.

¿Es posible salir a la calle libre de culpa? Los puestos de revistas nos muestran como lucir, la televisión impone modelos estéticos, nosotras no somos capaces de comer un alfajor sin sentir culpa por ingerir calorías demás.

Hay días en que me levanto y tengo la sensación de que millones de manos invaden mi cuerpo, me tocan, me visten una y otra vez eligiendo el modelo que esconda mejor lo ¨malo¨ de mi cuerpo. Me revuelven el pelo y la cara tratando de hacerme sentir bella, salgo a la calle y mas manos me tocan con sus dichos, con sus miradas, me ensucian, me molestan, me asfixian y no puedo gritar.
Esos días llego cansada a casa, me baño y me refriego intentando arrancarlas de mí mientras me pregunto qué pasará con las jóvenes que están formando su identidad. Si yo, que ya pase la adolescencia, que ya se supone ¨me convertí en mujer¨ sigo siendo presa de esas manos qué pasa con una joven que está cambiando su cuerpo, que se está formando ¿qué pasa por su cabeza? ¿Qué herramientas tiene para ser inmune a todos esos avisos que le dicen como lucir? ¿Cómo cuidamos de ellas y las ayudamos a ser fuertes en un mundo que aún se resiste al cambio y ataca el autoestima de la mujer con el mito de la belleza para que nuestras energías se consuman tratando de llegar a ella?

sábado, 14 de enero de 2012

La foto lo dice todo


Ojala pudieramos educar a las futuras generacioes a abrazar todo el cuerpo que nos tocó. Aceptarbos tal cual somos, disfrutar de la diferencia, ser singulares, no un modelo en masa.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Mujeres Sobreexpuestas




Idea y Actuación: Mariel Rosciano
Locución: Pablo Fraile
Cámara: M. Emilia Rosciano y Mariel Garrido

Retoque de Imagen: Yanina Giselle Fernandez
Editor: Guillermo Soto para VeMe Postproducción
Post-Audio: Jose Mediavilla
Producción General: Gazpatxo Producciones

jueves, 24 de noviembre de 2011

¿Quién sube la apuesta?

El programa de Estados Unidos que alienta a que las mamas jueguen a las muñecas con sus hijas de verdad llegó al límite de lo esperable. Una concursante (mamá) decidió vestir a su hija de 3 años de prostituta como en la película ¨Mujer Bonita¨.





Kristina Rai tiene 22 años y creía que tenía labios feos, así que empezó a inyectarse botox. Ya se dió 100 inyecciones: “Me parecen fantásticos, me encantan los enormes labios de Jessica Rabbit. Ella era mi modelo de la mujer perfecta".



martes, 22 de noviembre de 2011

Jeans Anti Celulitis y Vacuna Anti Age

Y si creíamos que ya lo habíamos visto todo, pues no!
Hay en el mercado dos nuevas ofertas que se lanzaron con todo! Los noticieron y los programas de la tarde las muestran y nos cuentan sus ¨beneficios¨.


[foto de la noticia]

La idea es que te pones un jean y la celulitis se va reduciendo con ese simple gesto. El 'Eve Cosmetic Jeans', un pantalón tejano, desarrollado por la firma italiana Lerock, funciona como un tratamiento cosmético capaz de reducir hasta 1,6 cm. de contorno en caderas y muslos con solo usarlo. Eso si, no podes lavarlo mas de una vez. Y despues de poco mas de diez usos hay que comprar uno nuevo porque sus principios activos se gastan y hay que reponerlos.

Pero si ademas queres frenar el paso del tiempo, podes empezar a inyectarte la vacuna anti age. Es un tratamiento a base de células embrionarias y fetales de bovino que reúne las máximas propiedades para brindar a las células de un organismo en deficiencia, la mas rápida reposición de sus nutrientes básicos. Con los conceptos de MEDICINA REGENERATIVA se busca un equilibrio máximo en la relación cuerpo-mente-alma.
Recomiendan empezar a recibir este tratamiento a partir de los 28 años de edad!!!! y sin un tope en personas de mayor edad.
Los primeros resultados dicen que son un aumento de eneríía. ¿Lo mismo no sucede si vas a hacer actividad física? Si empezas a los 28 a frenar el paso del tiempo a los 28... esta neurosis, cuando termina???

lunes, 21 de noviembre de 2011

¿Podemos seguir naturalizando este tipo de violencia?


Ella tiene 20 años, se opera desde los 15. Gastó mas de 20 mil euros en operaciones y su madre la ayuda a ponerse las inyecciones de botox para mantenerse y seguir escalando en su trabajo como modelo.
Esta foto la publico ella, con las partes que ya lleva operadas y el gasto que cada una le generó.
¿Quien es culpable de este tipo de violencia? ¿La madre que no la ayuda a aceptarse como ella es? ¿El trabajo que le exige cada vez mas? o ¿la sociedad que naturaliza este tipo de prácticas en chicas cada vez mas jóvenes?

miércoles, 31 de agosto de 2011

Vos ¿cómo comés?

“Desayuná como rey, almorzá como príncipe y cená como mendigo”

La vóragine del día a día hace que nuestra alimentación no sea la ideal. Eso sumado a las expectativas de belleza impuestas por el mercado genera en muchas mujeres un desequilibrio en la alimentación.

Esta es una encuesta que intentamos nos ayude a entender cómo podemos educar y reeducar a niñas, adolescentes y mujeres en una sana alimentación.


viernes, 17 de junio de 2011

El cuerpo de las mujeres II - En primera persona

Dos chicas que comparten la misma edad y la misma problemática. Dos chicas que nos muestran lo que muchos eligen no ver. Entre ellas se hicieron una guía de preguntas y las fueron contestando y a su vez reflexionando para compartirlo con nosotras.

¿Cuál es tu relación con la comida?

V: En este momento la verdad que mal, desde que empecé la facultad no paro de comer, estoy nerviosa permanentemente y como ya tuve problemas con la comida no me gusta. Hubo mucho tiempo en el que comía muy poco o no comía y aparte vomitaba. Sentía que estaba gorda, que estaba horrible, que nada me quedaba bien, que yo era todo el problema.

R: Intento que sea lo más “sana” o “normal” posible. Soy súper ansiosa y todo lo que me pasa lo relaciono con la comida. Si estoy nerviosa como, si estoy triste como, si estoy feliz como, siempre como. En un momento se me fue de las manos y no lo pude controlar. Me veía y me sentía gorda y mi entorno no me ayudaba. Tenía 12 o 13 años estaba en pleno desarrollo, me sentía súper incomoda conmigo misma. La comida en mi casa siempre fue un tema porque mi papa tenia problemas de peso y eso tampoco me ayudaba mucho. Un día, después de haberme comido como 3 alfajores me empezó a doler mucho la panza y me dieron ganas de vomitar, no pude y lo forcé. Fue un viaje de ida. Cuando empecé la secundaria fue el problema, tenia compañeras súper flacas y yo desentonaba. Tenia 14 años cuando empecé a hacerlo seguido, solo que esta vez vomitaba con mucha mas frecuencia y había dejado de comer.

¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza cuando te acordas de eso?

V: Yo vomitando en el baño.

R: La depresión que tenia, las contradicciones en mi cabeza, los momentos oscuros. Momentos en los que de tanta hambre me agarraba un ataque y me comía todo lo que había en mi casa y a los dos segundos salía corriendo a vomitarlo. Las noches que pasaba sin dormir por el hambre y los ruidos que me hacía el estómago. Los desmayos, el miedo. La bulimia a mi me trajo un montón de problemas, no solo con la comida. La bulimia saco lo peor de mí.

¿Qué te llevaba a vomitar?

V: Que había comido un montón y me lo quería sacar todo.

R: No soportar la idea de ser gorda, de llegar a ser como mi papá. Necesitaba ser flaca, ser perfecta, que los demás me aprueben.

¿Qué sentías cuando hacías esto?

V: Que me liberaba, que me sacaba un peso de encima. Comía pero vomitaba, entonces estaba bien.

R: Un placer lleno de morbo. Todos mis problemas se iban por el inodoro. Terminaba de vomitar y me ponía a llorar instantáneamente. No puedo explicar lo que sentía, era una felicidad llena de tristeza. Yo me miraba en el espejo y era feliz, yo estaba flaca y era lo único que importaba.

¿La bulimia te llevo a mentirle a tu entorno?

V: Si, completamente. Yo vomitaba cuando iba a bañarme, ponía música fuerte para que no me escuchen. Decía todo el tiempo que había comido, que no tenía hambre. Mis primas y mis tías se lo dijeron a mi mamá, pero yo se lo negué. Intentaba buscar siempre excusas para no tener que comer en público. Si venía una amiga a casa y yo estaba comiendo galletitas las escondía debajo de la cama y cuando se iba las sacaba.

R: Si, le mentía a todo el mundo, incluso a los que sabían lo que estaba haciendo. Me volví una persona egoísta y aburrida. Solo me juntaba con una amiga que era anoréxica para hablar de las mentiras que les decíamos a nuestros papas, de cuántas calorías ingeríamos, de cuál era la nueva técnica para adelgazar más. Hasta nos juntábamos a ver videos de “thinspiration” y creer que íbamos a llegar a ser como esas chicas, o sea hueso puro.

¿Qué sentías cuando tenías que comer?

V: Todo el mundo se fijaba si yo comía o no, mi mamá constantemente me ofrecía comida. Mi vida giraba en torno a la comida. La comida es mi enemiga. A la hora de comer siempre pienso que voy a engordar. Ayer, hoy, siempre. A veces me distraigo cuando estoy con amigos y digo bueno me quiero comer un alfajor, pero al rato me arrepiento de haberlo hecho y pienso bueno mañana no almuerzo.

R: La comida para mi es la peor pesadilla, es mi eterna enemiga. Encima cuando mi familia se empezó a dar cuenta que estaba mas flaca me estaba encima todo el tiempo. Todo el mundo está pendiente de lo que haces y es lo peor que pueden hacerte. Mi mama me quería meter comida por todos lados y yo mentía y vomitaba cada vez más. Llegue a salir de casa con comida escondida en el uniforme del colegio solo para que mi mama pensara que me la había comido y no me molestara. Todavía siento que me observan. Comer en frente de mi familia siempre va a hacer algo incomodo para mí, coma de más o coma de menos siempre un comentario van a hacerme.

¿Por qué crees que te pasa todo esto?

V: Porque tengo un problema con mi cuerpo. Porque hay una parte de la sociedad que no admite que la mujer, que la gente tenga defectos o que sea rellenita. Esta en todos lados, vos prendes la tele ves bailando por un sueño y a una mina que es súper flaca le dicen que esta gorda. Son situaciones en las que permanentemente vos ves chicas flacas. Cuando veo chicas así me da mucha envidia. Cuando veo estos programas me dan ganas de dejar de comer, todo el tiempo. No me gustaría volver a caer en eso más allá de que estaba muy flaca, no fue una de las mejores épocas de mi vida. Le mentía a todo el mundo, estaba mal yo, vomitar me daban ganas de estar tirada en la cama todo el día, estaba súper deprimida, todo el día pensando en la comida.

R: Por muchas razones. Siempre fui insegura de mi cuerpo y me cuesta entender porque algunos tienen tan lindo cuerpo y a otros nos cuesta tanto mantenernos bien. Crecí con una mama flaquita y chiquitita, con una hermana igual a mamá y otra alta y súper flaquita. Soy la única que salio a mi papá que es gordo, no es fácil para mí. Me costó mucho tiempo empezar a sentirme segura conmigo misma, todavía me cuesta pero intento disimularlo. Cuando vomitaba la comida se llevaba también muchos otros problemas que no podía tragar. La separación de mis papas, el crecer, cambiar, una familia muy quebrada, no sé… son muchos los factores que me llevaron a eso.

¿Cómo hiciste para salir?

V: Una amiga me ayudo mucho, empecé a ver la realidad de poco, a conectarme más con la enfermedad, ví casos muy fuertes que me chocaron y lo fui dejando de a poco.

R: Ya estaba muy flaca, había llegado a mi objetivo y encima mi doctora le había dicho a mi mama que yo estaba muy por debajo de mi peso. Estaba teniendo muchos problemas, hacia 3 meses que no me venía mi período, había tenido que dejar de entrenar natación porque me agarraban calambres constantemente, me desmayaba seguido y me había empezado a dar miedo. Lo que creía que tenía controlado se me había ido de las manos. Volver a comer en realidad fue lo más fácil, el tema era dejar de vomitar. La culpa me mataba. Le pedí ayuda a un amigo que me empezó a controlar. Me llamaba constantemente al colegio, a mi casa, a lo de mis amigas… así me distraía y evitaba que vaya al baño después de comer. De a poco pude dejar de hacerlo, tuve recaídas después pero mi psicóloga me ayudo y me ayuda muchísimo.

¿Qué imagen te devolvía el espejo?

V: Estaba flaca, pero por adentro estaba triste. Sabía que en el momento en que fuese a la playa con mis amigas iba a sentir la felicidad.

R: Siempre estoy disconforme con lo que veo, hasta cuando estaba súper flaca, siempre quiero estar mejor. Espero alguna vez poder mirarme y valorar lo que veo.

¿Te alejo de alguien este problema?

V: En ese momento me alejó de un par de mis amigas pero me uní con otras porque necesitaba ayuda de alguien que me entendiera.

R: Yo estaba sola aún cuando estaba rodeada de gente. No confiaba en nadie, ni me importaba lo que los demás tenían para decirme, porque cuando me hablaban era para decirme que me veían mal.

¿Sentís que la bulimia es algo que queda para siempre?

V: Yo creo que es algo que queda siempre en tu cabeza. Aprendí mucho de todo esto, capas me hubiese gustado haber llegado a ser flaca de otra manera, pero si me pasó es porque tenía que pasarme.

R: Nunca se va, siempre te queda dando vueltas en la cabeza. La bulimia te persigue para toda la vida. Uno deja de hacerlo porque sabe que esta mal, pero nunca deja de pensar en volver, es como una tentación.

¿Cómo te imaginas en el futuro?

V: Me gustaría tener a alguien que me quiera, sentirme bien conmigo misma. Me gustaría por primera vez en la vida poder sentirme bien con mi cuerpo.

R: Físicamente me imagino de una manera que jamás voy a ser, salvo que pase por el quirófano unas cuantas veces. Prefiero no pensar mucho.

¿Qué le dirías a alguien que se esta metiendo en esto?

V: Que no lo hagan, no es fácil salir. Si vos como persona te sentís mal con tu cuerpo es todo muy difícil, porque todo deja de importarte, no escuchas a nadie, te alejas de las personas. Quiero convencerme a mí misma de que no lo voy a volver a hacer porque me da asco imaginarme en el baño.

¿Crees que la sociedad te impulsa a esto?

R: Definitivamente. Te persigue la figura de una mujer flaca y perfecta al mejor estilo Barbie. Cada vez es peor y es como si a nadie le importase. Te dicen que esta mal dejar de comer o vomitar y sin embargo hay modelos muriéndose de hambre que son íconos mundiales. Es ilógico, es un mensaje totalmente confuso. Lo peor de todo esto es que la sociedad lo oculta, lo quiere hacer pasar desapercibido y cada vez son más las chicas que caen en estos problemas. Y una vez que caes no hay vuelta atrás, nadie te previene, al contrario es como si te impulsaran a hacerlo. Como que para llegar a ser flaca todo esta permitido, no hay límites.

V: No quiero que mi hija pase por lo mismo que yo. En este país importa mucho la estética. Creo que desde chicas habría que explicarles todo esto, enseñar. No sirve que en quinto año te vengan a contar, porque ya es tarde. Yo no aprendí nada por parte de la sociedad, fue por mis propios medios. Es como que no lo toman como un problema.

jueves, 16 de junio de 2011

El cuerpo de las mujeres I - Entrevista con adolescentes

Los cuerpos de las mujeres expuestos en los medios cosifican a la mujer y lo ponen en un lugar sobre el cual cualquiera puede opinar. Ese cuerpo, por una cuestión discursiva ya no le pertenece, es de todos. Las consecuencias psicológicas que genera en las mujeres, todas, pero aún más en las adolescentes que están terminando de consolidar su identidad son nocivas, mucho más de lo que imaginamos.

Transcribimos a continuación dos conversaciones que tuvieron dos chicas de 17 años con otra chica, también de 17 años que tenía la única consigna de averiguar qué pasa con el cuerpo de las mujeres a esa edad.

Delfina y Maria Eugenia conversan con Emilia

¿Cuál es tu relación con la comida?

D: Como mucho, generalmente como cuando estoy aburrida, a la tarde. A la cena a veces casi no como porque comí tanto a la tarde que estoy súper llena.

M.E: Como cuando tengo hambre, cuando hay que comer. No se, normal creo.

¿Cómo es la relación con tu cuerpo?

D: En una época me empecé a sentir muy insegura e intenta comer menos, pero no pude. Tengo algunas inseguridades, pero las normales. Yo soy muy perfeccionista conmigo misma, si me veo un poco mas gordita o algo que antes me vuelvo loca. Es algo conmigo. Cuando estoy con un hombre me siento mas insegura todavía, me agarra como vergüenza. Porque ellos lo dicen delante de todos, no les importa como te sentís vos.

M.E: Hay épocas en las que quiero mejorarlo, otras en las que no me interesa, es depende lo que vaya pasando. A veces creo que esta bien y otras pienso que podría estar mejor. En realidad ya no me interesa.

¿En algún momento te interesó?

M.E: Era un punto débil, le daba mas importancia que ahora, creo que en tercer año.

¿Que te pasó en esta época?

M.E: Ahora lo veo de otra manera, te lo puedo contar porque lo estudie y lo analicé con mi psicóloga. Creo que era una forma en la cual hacia que otras muchas cosas que sentía salgan, que en realidad no tenían nada que ver con mi cuerpo. Ahora descubrí que todo lo que pensaba de mi cuerpo era la forma que encontré para liberar mi mente de otras cosas.

¿Qué era lo que hacías?

M.E: Me da vergüenza decirlo. Primero era como que evitaba comer, tal vez como algo para que los demás se den cuenta que tenia un problema, pero después se me empezó a hacer costumbre y se me transformo en algo normal. Pero no es que no comía absolutamente nada, evitaba algunas cosas que para los demás esta mal evitar. Ahora yo me doy cuenta que estaba mal también, pero en ese momento no lo veía como algo como un problema. No almorzaba ni merendaba porque después sabia que a la hora de cenar tenia que comer si o si porque sino se me armaba quilombo en casa. Yo no comía en frente de mis amigos porque era el único lugar en el que nadie me decía que lo haga. Quería llamar la atención de mi familia, que después con el tiempo entendí que era la causa de mi problema y la razón por la que yo proyectaba todo en la comida.

¿Y por que no lo hacías delante de ellos?

M.E: Porque no tenía el valor para hacerlo. Comía menos, pero igual comía, con mis amigos directamente podía no comer.

¿Adelgazaste mucho?

M.E: No, porque no es que fue un cambio rotundo. Tampoco era algo para adelgazar 20 kilos, era una forma de liberar algo que me estaba molestando. Con esto tenia la cabeza ocupada. A mi lo que me molestaba era la relación con mi papa.

¿Te cambiarías algo?

D: Capaz me operaría las tetas, pero mas adelante. Siento como que quedaría mas lindo, es más femenino, me sentiría más llamativa.

M.E: Siempre quise cambiar mis piernas, en mi opinión son grandes y gordas pero todo el mundo me dice que no. Yo me siento desproporcionada. Mi mama es gorda y se que depende de mi terminar como ella o no.

¿Lees revistas de mujeres?

D: Si, las que tienen que ver con la moda. Ahí tenés de todo: flacas que dan asco, normales y capaz encontrás una que tiene una propaganda de ropa para rellenitas.

M.E: Rara vez me compro la Cosmopolitan. Son súper machistas, porque la mujer tiene que ser perfecta, tiene que seguir todos los tips para que el hombre se interese. No todo es una pollera y tener tetas. A mi me encanta salir con mis amigas en bolas y que se me acerque un chico y me levante el ego, pero no por eso significa que si no te pones alguna vestimenta en especial no sos nadie.

¿Te fuiste a comprar ropa últimamente?

D: Si. En una de las marcas a las que entre me probé unas calzas talle uno y no me pasaba ni por el tobillo. El talle 2 era extremadamente apretado, me hacia un matambre, casi me muero jamás me había pasado, y mira que me había comprado ropa ahí antes. Hasta mi mama se quedó sorprendida, yo siempre fui talle uno. Termine yéndome sin comprar nada porque me sentía horrible. No me quería comprar mas nada, me re afecto me sentía re gorda de piernas.

M.E: Por ejemplo yo voy a un lugar a comprarme ropa y para mi mama nunca hay talles. Yo porque soy chiquita y me entran las cosas, pero para ella en los lugares conocidos de marca de shopping las cosas que le gustan nunca están en su talle, y en los lugares donde si puede comprarse no hay cosas parecidas. Eso me da pena y me hace sentir incómoda. Por más ley que exista el problema es que no se cumple.

¿Cuánta culpa crees que tiene la sociedad?

D: Mucha. Es una sociedad que discrimina. El cuerpo tiene que ver con todo, con tu carrera, con todo. Hay gente que no le importa nada y critica constantemente. Yo tengo una amiga que es rellenita, pero para mi ella es perfecta así. Yo la veo contenta, aunque a veces pienso que capaz es una careta. Tengo amigas que son bulímicas y anoréxicas también. La que es anoréxica esta súper flaca, cada vez que la veo esta peor. Me da mucha lastima. Intenté ayudarla, pero verla tirando la comida en el baño para que la mamá no la descubra es horrible. Te da mucha impotencia pero no podes hacer nada. Si ni la psicóloga ni los papas pueden ayudarla, yo no sé que puedo hacer.

M.E: La mujer tiene que ser flaca, con piernas flacas, tetona, siempre tiene que estar con tacos, arreglada, maquillada, esplendida, accesible. Algo totalmente irreal, las únicas mujeres que veo así son las de la tele. Me parece que no esta bien que la sociedad tenga esa imagen, no debería existir una imagen porque cada uno es diferente. La sociedad me inculcó algo que es a lo que yo quiero llegar. Una de mis amigas es anoréxica, ahora esta muy mal, no tiene vuelta atrás. No le importa ni siquiera que pueda llegar a no tener hijos, no hay forma de hacerle cambiar su pensamiento. Las otras, creo que están bien… pero es muy difícil saberlo. No es fácil superarlo.